Al llegar a Napoles me he llevado una tremenda desilusion: la zona donde esta la estacion central (piazza Garibaldi) es francamente fea y hay mal ambiente.
En seguida he buscado el tren local y he salido en direccion a Pompei.Las paradas eran tristes, los edificios marginales y el tren iba lleno de gente pidiendo dinero y mirando equipajes ajenos; pero el paisaje ha cambiado radicalmente a medida que me acercaba a Pompeya.
Pompei es un pueblo bellisimo en el que vive la gente mas hospitalaria que pueda imaginarse. Ademas es barato, tranquilo, limpio y esta rodeado de bosque.
En apenas cuatro horas ya me han ofrecido su casa tres personas.
He visto una parte de la enorme excavacion de la antigua ciudad de pompei, he desayunado, he tomado un tentempie por cortesia de Vinchenso a media mattina, me he dado un buen bagno en el mar, una ducha con agua dulce y he dormido en una casa preciosa de San Pietro.
En las excavaciones (scavi) me cole saltando una valla para coger uvas y cuando me sorprendio el segurata, en vez de multarme o echarme fuera perdiendo los 10 euros que cuesta la entrada, me ha mostrado donde lavarlas y luego me ha guiado por las zonas prohibidas de Pompeya. Partes de la ciudad especialmente delicadas o en proceso de excavacion, que permanecen cerradas a todo aquel que no tiene una copia de las llaves, jeje 😉
Me he hartado de hacer fotos hasta mediodia y aun me queda mucho por ver, pero a las 14 me recoge Vincenso para ir a la playita, y la verdad es que empiezo a necesitar un buen bagno.
Me llevo un fantastico recuerdo de Pompei y espero volver algun dia con alguien para mostrarle lo que he aprendido hoy.