En la esquina de consell de cent con viladomat había unas garrafitas llenas de agua. cada día subía mi calle hasta llegar a ellas y al verlas sabía donde tocaba girar. Siempre me pregunté qué hacían allá.. pero ya no están.
Ya sé… no es importante.. a quien le van a importar? Estas pequeñas cosas nunca importan si no hay una razón, lógica o no… Pero pongamos que un día habéis perdido algo, algo importante en vuestra vida, que ha dejado de estar ahí como las garrafas… de un día para otro, así sin más. No sé… todos tenemos un sueño en la vida, cierto? Algo que aunque podríamos no alcanzar esperamos tener tarde o temprano. Pongamos que es hacer una película, una solamente… pero buena de verdad, y que ayer un accidente nos quitó la vista.. no, estar ciego no impide imaginar, y yo tengo mucha imaginación. Aún sería posible, verdad? No… digamos que al despertar después del accidente algo me faltaba en la cabeza, pongamos que es la imaginación. Sin ella se pueden hacer películas que vendan, pero una realmente buena.. esa no.
Te despiertas sin imaginación, llegas a la esquina sin saber porqué caminas y al llegar allá tampoco están las botellas, y sigues recto, y te pierdes, y toca voltear. ¿Y porqué? ¿Quién decidió sacar la imaginación? ¿No pudieron borrar otra cosa? A lo mejor el doctor… pero no estaba ahí para detenerle. Quite usted otra cosa si hay k kitar, llévese la cordura y ya. Seguramente dejó lo que pensó que te haría más bien… se suelen equivocar, y la gente tiene tendencia a creer saber mejor que tú lo que necesitas. La culpa es del que se llevó esas tres garrafas de la esquina de viladomat. Ya verá…
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